Me gusta el silencio de mi casa después de recorrer el bullicio de mi ciudad.
Me gusta mi ciudad y sus esquinas.
Me gusta mi gato en esa esquina, y mi perro.
Tengo una casa llena de libros que guardan polvo y cientos de miles de palabras.
Me gustan las palabras y su poder,
y mi poder presentir lo que viene.
Me gusta el sabor amargo de las cosas y el contraste que hace con otros sabores.
Me gustan los contrastes y los equilibrios,
y las contradicciones complementarias.
Soy una mujer de silencio y de bullicios.
Soy una mujer de esta ciudad y de ciertas esquinas.
Soy una mujer de gatos y de perros, de libros, de palabras, de magia y de poder.
Mujer amarga de contrastes y contradicciones.
Mujer redonda de equilibrios complementarios.
Me gusta lo que soy.