La que voy siendo.

Nueva una vez más… me descubro.

Es increíble ver pasar la vida, verla quedarse en una, en la piel, en las vivencias memorables, esas que endulzan la vida y el alma, pero también las que la lastiman y que ya sean unas u otras, van dejando su huella imborrable. Maravilloso también es percatarse cómo esas vivencias van transformando los pensares y sentires, cómo van moldeando una y otra vez esa persona que me habita y que voy siendo. Nueva a cada instante que pasa, pero al mismo tiempo la misma. Reconocer las cosas que se conservan y que permanecen a través del tiempo, las cosas que se acumulan, como los minerales que van quedándose en algún resquicio al correr el agua. Esa maravillosa revelación de saber que sigo siendo la que tuvo 12, 16, 23, 27, 35, 39… y al final de cuentas, todas juntas hacen esta yo que soy hoy, la de este momento. Todas esas más las nuevas mujeres que van naciendo en mí.

Voy aprendiendo cada vez más acerca de mí misma, de mi ser y estar en este tiempo y espacio. Con profundo respeto voy reconociéndome y aceptándome tal como he sido desde siempre y como voy siendo, pero queriendo siempre ser un poquito mejor. Re-aprendo a aceptarme y a aceptar mi naturaleza y decido buscar el valor para poder ser quien soy sin pena ni culpas.

Si hace unos años quise encontrar mi ser espiritual y lo logré; y luego me propuse ser semilla que diera el 100% y ahí voy tratando de cumplirlo; y después decidí que quería renacer en mi dignidad humana, hoy quiero equilibrar y encontrar balances, ese es mi propósito. Decido desaprenderme en el amor, dejar ir los apegos mal sanos y las dependencias emocionales. Quiero re-aprender a ver la vida con los otrxs y mis maneras de relacionarme con ellxs desde el más profundo respeto a su libertad y desde el más grande respeto a mi dignidad. Quiero estar en paz, vivir intensamente y ser feliz.

Hoy hago el recuento y balance del camino andado, de logros, de daños, de aprendizaje. La ecuación aún no se nivela, sin embargo respiro y confío en que hay más tiempo que vida para conseguirlo, no hay por qué desesperarse.

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